Una historia real de “polis”: una situación embarazosa con una explicación simple.

Una pareja de policía (hombre y mujer), entra casualmente al salón de Rebo, una ciudadana normal, libre de sospecha alguna, y ante su sorpresa se encuentran una gran mesa repleta de valiosas alhajas: pulseras, anillos, pendientes, etcétera. Ambos agentes se miran extrañados al ver tal botín. Rebo, con la simpatía y desparpajo que la caracteriza, les da la explicación de tan inusual visión.

Debo aclarar que dichos agentes habían llegado allí para hacer entrega de una carta certificada de la Comunidad de Propietarios. Era Navidad, y los “polis” le comentaron amablemente a dicha propietaria que les gustaba el original Belén que había montado junto a la puerta de su vivienda. Ella les dijo:

-Rebo: Pues ahí dentro en el salón tengo otro más grande. Si quieren pueden pasar y verlo también.

Así lo hicieron, y fue entonces cuando se encontraron lo que a simple vista parecía ser una valiosa exposición de joyería. Ella, con una amplia sonrisa, les explicó:

-Rebo: Anoche me regalaron este joyero, (señalando un gran estuche en piel), hoy he sacado todas mis joyas y estoy ordenándolas y guardándolas.

Ellos sonrieron también, mientras ella firmó el certificado correspondiente de la carta. La pareja se marchó  con el trabajo cumplido, además de haber visto dos originales belenes y algo parecido al tesoro de Alí Babá, que hubiese vuelto loca de entusiasmo a la hermanita de Shin-chan por sus deslumbrantes destellos.