Aunque no he estudiado medicina, según los síntomas que aprecio, deduzco que mi frigorífico padece artrosis o alguna enfermedad similar. La puerta dispone de un mecanismo por el cual se cierra de forma automática cuando se queda abierta o entreabierta, además de un pitido que suena por triplicado (piiii, piii, piii) cuando lleva un tiempo determinado abierta. Pero en los últimos días dicho dispositivo ha dejado de funcionar, por lo que es preciso cerrarla manualmente, como antaño, o bien a golpe de trasero (es decir, de un culetazo), tal y como vemos que lo hacen esas esbeltas y ágiles chicas que aparecen en los anuncios publicitarios televisivos.

No sé si engrasar las bisagras, porque lo que está claro es que no le puedo suministrar cápsulas de Condrosán. ¡Y es que la edad no perdona, ni siquiera a los electrodomésticos!

PD. Cuando busco algo en el frigorífico, con prisa, y suena el irritante piii, piii, piii, me suelo acordar de la madre del silbido y de la madre de quien lo ideó.