En recuerdo a Jesús Tejederas, dos años después de su muerte.
Querido Jesús:
Recientemente hemos asistido un buen número de astrónomos y consortes de la A.A.C. al enlace matrimonial de un nuevo aficionado cordobés (Paco Yepes y Gloria). Quiso la casualidad o el destino que en la mesa donde estuvimos almorzando, quedase una única silla libre. En todo momento pensé que se trataba de tu sitio, el de nuestro presidente. Noté tu presencia junto con tu ausencia, al igual que la sentí en el congreso Pro Am celebrado en Córdoba el pasado noviembre, donde hubo una buena organización del evento e importantes asistentes llegados de diversos lugares de España, con valiosas intervenciones y emotivos encuentros.
El último invierno ha sido muy lluvioso y por tanto, poco propicio para la observación celeste desde esta pequeña esfera azul que dejaste atrás. Tú, ¿cómo te sientes en la inmensidad infinita de los lares donde habitas? ¿Has surcado el majestuoso encaje estelar de nuestra galaxia, La Vía Láctea? ¿Has coincidido con Carl Sagan o con el joven Yuri Gagarin en algún trayecto interestelar? ¿O tal vez con el mismo Galileo? ¿Has compartido las inquietudes de la gran Hipatia? Puede ser que incluso hayas llegado a posarte alguna vez en el cráter lunar que lleva su nombre, y desde allí, cerca de nosotros, de los que aún permanecemos en el plano terrenal, nos hayas visto contemplando absortos los mágicos destellos multicolores de una aurora boreal. O una espectacular llamarada de la estrella que nos da calor y vida. Y quién sabe si te acompañaba la perrita Laika, contenta, al igual que nosotros, por haberte conocido.
Abrazos de Toñi Flamil y de todos cuantos te recordamos por tu generosidad.
18 de Mayo de 2010.