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Relatos y comentarios sobre lo que acontece en la vida de esta bitacorera. | ![]() |
LUCIÉRNAGA HUMANAEl caso del hombre que brillaba en la oscuridad. Hace varias noches estuve en el cine con mi familia. La película que vimos me pareció magnífica: El origen del planeta de los simios. Comenzó a media noche, la hora en que Cenicienta estaba obligada a volver a casa con su malvada madrastra. Previamente habíamos cenado, y estuvimos sentados en la terraza de una heladería cercana al multicines, tomando helados o café granizado (en mi caso). Ese es uno de los privilegios de estar de vacaciones, que se puede trasnochar sin ningún problema. Al terminar la película, mientras caminábamos de regreso a casa, vimos algo que nos llamó la atención a todos. En un descampado cercano y oscuro, había un hombre con la cara muy blanca. “¿Qué es eso?”, nos preguntamos sin perder el paso. Yo me compadecí de él, pues en principio pensé que llevaba puesta una mascarilla blanca, debido a algún problema de salud. Pero a medida que nos íbamos aproximando, salí del error. El joven solitario en cuestión, delgado y vestido con camiseta y pantalón corto de color amarillo reflectante (similar al de los chalecos que llevamos en los vehículos), no llevaba puesta mascarilla alguna, sino que estaba viendo algo en la pantalla de su teléfono móvil, que al tenerlo muy cerca de la cara, se la iluminaba, de igual forma que la Luna es iluminada por la luz del Sol. Parecía una luciérnaga humana, brillando en la oscuridad. La otra mano se agitaba vigorosamente por debajo del pantalón, a la altura de la entrepierna. Ya no sentí pena por él, sino que me dio mucha risa presenciar tan inesperada escena. Y ahí no queda la cosa. Continuamos nuestro camino, comentando la película, y cuando estábamos parados en un semáforo para poder cruzar, oigo a alguien a mi lado, que me dice con un gangoseo pausado: “bu-e-nas- no-ches”. ¡Era la luciérnaga humana, que al parecer había terminado su tarea! Yo, que suelo ser educada, en esta ocasión no correspondí al saludo, ante el temor de que, además, quisiera estrecharme la mano. Tan solo me limité a cruzar deprisa la avenida con mi familia, en cuanto cambió el semáforo a verde.
PD. ¿Os parece normal el comportamiento de este iluminado? 21:15 | Toñi Flamil | 4 Comentarios | #
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