La Cocinera Políglota |
Relatos y comentarios sobre lo que acontece en la vida de esta bitacorera. |
CUENTO: LA CASA MÁGICADedicado al pequeño Arthur: para que te lo lea la abuela Estrella cuando seas un poco mayor.
Érase una vez unos niños que fueron al cumple de su amiga María. Vivía en una casa muy grande. Parecía una casa mágica. El timbre era rojo, y tenía una cresta. Cuando lo tocaban, se oía un gallo que decía “KIKIRIKI”. Se pusieron todos a jugar. Se montaron en unos columpios tan altos que llegaban hasta las nubes. En el jardín, había un balón entre los árboles. El balón se movía solo. Todos iban corriendo detrás de él, y no podían cogerlo. Allí estaban Paula, Silvia, Azahara, Pablo y otros amigos. Cuando se paraban, el balón se quedaba quieto. Cuando iban a cogerlo, el balón se ponía a correr solo. Era muy divertido. De tanto jugar, a los niños les dio calor. Miraron a una nube, levantaron las manos y le dijeron: ”¡NUBE, TENEMOS SED!” Entonces, empezó a llover un poquito, y ya se refrescaron. En el jardín había una fuente. Esta fuente, como era mágica, no echaba agua. ¡Echaba chocolate! Cada vez que tenían gana, los niños iban y bebían chocolate. Después, se limpiaban la boca y seguían jugando. Cuando estaban dentro de la casa, rompieron sin querer una maceta de flores muy bonita. La mamá de María se enfadó mucho porque era su maceta favorita. Entonces Jimena se tocó las coletas y a la mujer ya se le pasó el enfado. Cuando María iba a apagar las velas de la tarta, sopló tan fuerte que se le escapó un peíto. Para que no oliera mal, apareció una rosa tan grande como un coche. Y toda la habitación empezó a oler muy bien. Estuvieron todo el día jugando hasta que se quedaron rendidos y se durmieron en las tumbonas de la piscina. Entonces llegó una bandada de preciosas luciérnagas y mariposas gigantes. Eran muy buenas, y en silencio, sin que los niños se despertaran, los cogieron y se los llevaron volando hasta que los dejaron a cada uno en su cama. Cuando volvieron al cole al día siguiente, se lo contaron a su seño. Ella les dijo que hicieran un dibujo grande de la casa mágica. Cuando lo colorearon, lo pusieron en la pared. Y cada vez que pasa alguien por allí cerca, se oye “KIKIRIKI”. 13:13 | Toñi Flamil | 7 Comentarios | #
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