La Cocinera Políglota |
Relatos y comentarios sobre lo que acontece en la vida de esta bitacorera. |
EL COCHE FANTÁSTICO
El misterioso caso de un conductor invisible. Voy conduciendo a las tres de la tarde, hora punta, con tráfico intenso, bajando la Carretera Calasancio, de doble sentido. Como es habitual, encuentro el semáforo junto a la Avenida del Brillante, en rojo repetidamente. (Esto lo especifico sobre todo para ubicar a mis paisanos cordobeses). Paciencia Cocinera, pues ya estamos acostumbrados de todos los días. Pongo punto muerto, escucho las canciones que amenizan la espera y cambio impresiones con mi hijo, a quien acabo de recoger del colegio. Delante de mí, también parado, un Land Rover "normal". Detrás, como de costumbre a esa hora, una interminable fila de vehículos. Para nuestra sorpresa, el conductor del todo terreno se baja tranquilamente, cruza la carretera, se enfunda un gorro negro de lana hasta las orejas y se marcha, dejándolo abandonado y vacío. - ¡Qué extraño!, pensé. ¿Dónde va ese hombre? Es cierto que a veces presencio "compras relámpago" de conductores que bajan de sus coches y se dirigen a un kiosco de prensa con el importe exacto del periódico que compran en un momento. Pero obviamente no era éste el caso, pues allí cerca sólo existen varios contenedores de basura. Comencé a cavilar, en primer lugar, cómo conseguiría yo adelantar el vehículo abandonado una vez se abriese el semáforo, ya que el que se encontraba detrás de mí, estaba muy cerca del mío y no quedaba prácticamente espacio para poder dar marcha atrás. Al mismo tiempo, "el extraño" se había convertido instintivamente para mí en sospechoso. - ¿Se dispondrá a perpetrar algún acto delictivo y por eso abandona el coche y se cubre con el gorro? No suelo ser mal pensada, pero acostumbrados a conocer la crónica de sucesos diarios, uno se puede esperar cualquier cosa. En medio de estas elucubraciones, se abre el semáforo y... ¡Sorpresa! El vehículo abandonado se pone en marcha como por arte de magia. - ¿Cómo es posible? ¿Por control remoto tal vez? ¿Habrá un niño o un enano oculto manejándolo?, pensé. Tras recorrer varios metros, el misterioso hombre del gorro negro saluda a su vehículo al pasar por su altura. En el lugar del copiloto, se alza una manita para corresponder el saludo. Mi avispado hijo, a quien no se le escapa una, exclamó: - ¡Es un coche inglés, lleva el volante a la derecha! Y efectivamente llevaba razón. Resulta que una mujer muy bajita, inapreciable a simple vista, conducía el susodicho coche. Aliviados por el esclarecimiento de tan peculiar anécdota, nos hartamos de reír.
Dedicado a Manolo Barco, gran experto en el mundo del motor. Categorías: Increíble pero cierto.
18:20 | Toñi Flamil | 4 Comentarios | #
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